miércoles, 19 de noviembre de 2014
Deformación profesional
Deformación profesional
"En realidad esto del amor no tenía ninguna lógica" y se fué dando un portazo. Yo me quedé allí, plantado como un pasmarote, esperando a que alguien me echara un jarro de agua fría pero no, eso no pasó. Caminé como un zombi hasta la sala donde ella solía trabajar y sobre la mesa encontré un papel hecho trizas, al recomponerlo reconocí su letra tras los tachones. Ana era profesora de Filosofía en un Instituto e imagino que por deformación profesional había estado buscando el silogismo de nuestra relación, al parecer no lo había encontrado. En ese momento entendí su frase de despedida.
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Solo fue lógico mientras ella paseó su ilusión sobre la piel de él. Después había que hacer trizas cualquier filosofia
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